Siguiendo con la recuperación de
asuntos dejados de lado por un tiempo hoy vuelvo a este espacio dispuesto a
compartir una receta realmente suculenta, y por qué no decirlo, vistosa y
aparente. Lo cual no quiere decir que se complicada ni costosa.
Y desde luego que hará las
delicias de los amantes de los frutos de nuestros mares.
Para elaborarla necesitaremos 4
vieiras, 12 mejillones, 2 cebolletas, 2 dientes de ajo, un par de puerros,
medio vaso de vino blanco, 1 cucharada de azafrán, 150gr de queso fresco, pan
rallado, pimienta negra molida, aceite de oliva sal y perejil picado.


En primer lugar limpiaremos las
vieiras caso de que sean frescas ( también podemos encontrar la carne de estas
ya limpia congelada ), retirando las partes viscosas.
Limpiamos a su vez los mejillones
y se ponen a cocer con medio vaso de agua hasta que se abran. Una vez abiertos
retiramos la carne y reservamos el caldo.
Una vez listos los moluscos
procederemos a limpiar los puerros y a cortarlos en juliana. Pochándolos a
posteriori con un poco de aceite. Cuando estén transparentes los sazonaremos,
les añadimos el vino, el caldo de los mejillones y el azafrán, dejándolo reducir
todo a fuego medio.
Mientras esto ocurre
aprovecharemos para picar la cebolleta y el ajo, todo ello lo más fino posible,
poniéndolos después a pochar en una sartén con un poco de aceite de oliva.
Salpimentamos las vieiras y las
incorporamos a la sartén junto con los mejillones.
No hace falta que estén mucho
tiempo, solo unos minutos para que se hagan pero evitando que se endurezcan
demasiado.
Y ya casi tenemos listo nuestro
plato.
Solo nos falta mezclar en un bol
el queso fresco bien desmigado junto con el pan rallado.
Colocaremos o bien en un plato
pequeño ( como fue mi caso ) o bien en cada concha de vieira si disponemos de
ellas, un poco de puerro. Sobre este una vieira, unos mejillones y lo cubrimos
todo con la mezcla de pan rallado y queso fresco.
Introducimos la concha o el plato
en el horno y lo gratinamos durante unos 3 o cuatro minutos, espolvoreando
después con el perejil picado.
Y ya está listo para servir. Como
sugerencia yo propongo acompañarlo de un buen albariño, por ejemplo, uno de mis
preferidos, que encaja a la perfección con este plato. Un Santiago Ruiz
Les puedo asegurar que la combinación
de ambos será todo un placer.