miércoles, 22 de septiembre de 2010

POLITICAMENTE INCORRECTO


En los tiempos que corren, hablar sobre el placer de fumar puede ser improcedente, o incluso temerario. Es nadar contracorriente.
Pero no por ello voy a dejar de hacerlo. Para mí fumar es un placer, no hablo de fumar compulsivamente, ni si quiera por pasar el rato. Hablo de fumar para disfrutar del cigarro, de sus aromas, de todos los matices que poco a poco va dejando en nuestras papilas.
Para mí es todo un ritual, que comienza con la eleeción del cigarro. No todos los cigarros son iguales por supuesto, ni todos los formatos sirven para cualquier ocasión. Cada momento tiene su cigarro, y ello depende de como nos sintamos, del tiempo disponible, del lugar, de la predisposición... seguramente si alguno de los lectores está mínimamente introducido en el mundo del cigarro puro sabrá perfectamente de lo que hablo.
Una vez hemos elegido  nuestro cigarro, es el momento de elegir con qué lo acompañaremos. Llegados a este punto entramos en un terreno complicado y en gran medida subjetivo, como son los maridajes. Pero este asunto lo abordaremos en otro momento.

Y ya que estamos siendo politicamente incorrectos, describiré uno de esos pequeños momentos de los que disfruto.
Fue hace tres días, concretamente el sábado. Disponía de una hora aproximadamente antes de prepararme para una cena. Estaba atardeciendo y aún no había podido leer el periódico. Así que me senté en uno de mis ricones preferidos de casa, en la terraza; la temperatura era ideal, el ambiente tranquilo, y me dispuse a encender un cigarro.
Para la ocasión elegí un Partagás Shorts. Un cigarro cuya vitola de galera es "Minuto" ( vitola de galera es el nombre que dan en la fábrica de cigarros a los diferentes formatos ). Tiene un tiempo de fumada de aproximadamente 35 minutos, o inlcuso más diria yo, si se lo toma uno con la debida tranquilidad.
A pesar de su tamaño es un cigarro que encierra cierta complejidad, con una fortaleza media, de 3 sobre 5 podriamos decir. No seria desde luego un cigarro que ofrecería a alguien que estuviera empezando en este mundo.



Durante toda la fumada el cigarro combustionó perfectamente, y el tiro, como era de esperar ( y como es normal en los cigarros de formato corto ), fue excelente.
No lo acompañé con nada, así pude tratar de apreciar todos sus sabores.
Es un cigarro que durante su primer tercio me dejó sabores suavemente amaderados, con ciertas notas picantes. Según continué avanzando en la fumada y en la lectura de mi periódico, ya en el segundo tercio, el sabor intenso a tabaco se hizo más presente, dejando a la vez ciertas notas amargas.
Y ya en el tercer tercio, la parte de la fumada que más suelo disfrutar, ese intenso sabor a tabaco se acrecentó, apareciendo de nuevo esas notas de sabor a madera y puntas picantes.

El cigarro prácticamente se acabó junto con mi lectura. Y con mi pequeño momento de retiro.
Fué algo menos de una hora la que empleé en ambos, pero la disfruté especialmente.

Unos momentos que dediqué a alejarme un poco de todo, al ire libre, leyendo y saboreando un espléndido cigarro.

sábado, 11 de septiembre de 2010

PRESENTACIÓN

Todo un placer son los momentos que cada uno disfruta a su manera, haciendo lo que más le gusta o más le llena.


Esos ratos en los que uno se encuentra consigo mismo, o lo comparte con unos amigos. En el rincón favorito de su casa o en ese lugar aparentemente simple pero que nos ofrece el ambiente que necesitamos.

Junto a un buen libro, en torno a una buena mesa, tras el humo de un cigarro puro, contemplando el paisaje o simplemente a la gente pasando.

Todos tenemos nuestros pequeños placeres, nuestros personales refugios. Todos sabemos lo que para cada uno es todo un placer………pero por qué no compartirlo. Porque no compartir con los demás que es lo que nos proporciona todo un placer.

Yo quiero compartir esos lugares, esos momentos que disfruto especialmente, y esas pequeñas o grandes cosas que me hacen disfrutar.


Hace ya mucho que descubrí una gran afición por el mundo de la cocina, y poco a poco me adentré en él. Buscando lugares con encanto, con un saber hacer especial. Y he de reconocer que no han sido pocos los que he encontrado, y que gracias a las notas que como costumbre tomo de cada uno de ellos espero poder relacionar poco a poco en mis aportaciones a este blog.

Después de desarrollar esa afición las circunstancias me llevaron un paso más allá, y gracias a uno de los múltiples destinos que mi profesión me ha proporcionado me adentré en el fascinante mundo de los cigarros Habanos. Sucumbí al encanto de los maridajes y aprendí a apreciar los más variados destilados espirituosos.

Y ahora quiero compartir con todo aquel que lo desee esas sensaciones, esas expriencias y esos sabores que se han convertido en mi gran afición.

Espero que para todos sea todo un placer del mismo modo que ya lo es para mi.