martes, 30 de agosto de 2011

UN POCO DE HISTORIA

Es patente mi afición por los habanos y el mundo que los rodea, y creo que muchos de los que tienen la amabilidad de visitar este blog comparten conmigo la misma afición.
Pero, conocemos cual es el origen del tabaco? De donde provienen esas pequeñas obras de arte, compañeros inseparables de innumerables momentos?

El origen de la planta del tabaco, Nicotiana Tabacum, se sitúa en América del Sur, probablemente en la zona del altiplano Andino.
Su llegada a tierras caribeñas podemos estimarla unos 3000 años a.C., introducida en Cuba, según todos los indicios por los arahuacos, ascendientes de los indios taínos.

                                                    
El empleo de la planta del  tabaco siempre estuvo relacionado con las prácticas religiosas y médicas de los habitantes originarios de América. Los aztecas consideraban al zumo extraido de las hojas de la planta, un antídoto infalible contra el veneno de serpiente, y los mayas le atribuían poderes sobrenaturales, ofreciendo a sus dioses el primer tabaco cosechado para lograr sus favores en forma de lluvia abundante.

Ya los primeros conquistadores se quedaron asombrados de ver a los indios con lo que ellos denominaron “un tizón en la mano”, el cual aspiraban para “tomar sus humos”.



Según las crónicas de le época fueron Luis de Torres y Rodrigo de Jerez los primeros europeos que tuvieron contacto con el tabaco, y a nuestro segundo personaje le costó el ser encarcelado por el Santo Oficio el atrevimiento de “echar humo por la boca” ante sus compatriotas a su regreso a España. Algo tristemente premonitorio y evocador de los tiempos que hoy día corren para los fumadores.

                                                                             
Algunos estudiosos aseguran que fue en 1520 cuando los españoles comenzaron a cultivar la planta del tabaco en Cuba con la finalidad de emplear sus hojas para fumarlas.

Pronto se inició una fuerte corriente prohibicionista por todo el mundo conocido contra el empleo de la planta del tabaco para fumarla, con duros castigos e incluso con la pena de muerte. Pero paralelamente a esta “persecución”, el uso medicinal de la planta del tabaco  iba ganado terreno.

Ya con Felipe III se levantó la prohibición sobre el tabaco dictada por su padre, y con dicho levantamiento comenzó a expandirse la fama del tabaco cubano.

Otro dato curioso es la procedencia del nombre de “vegueros” que se da a los que cultivan la planta del tabaco.
Su origen está en el lugar donde los españoles comenzaron a cultivar el tabaco, que no era otro que los márgenes de los ríos a los cuales denominaban vegas, nombre que ha quedado para las plantaciones de tabaco.
                                                                              
En los siglos posteriores el cultivo del tabaco en Cuba sufrió diversos avatares, llegando hasta el siglo XIX que es cuando el cultivo de tabaco alcanza su máximo esplendor y el número de fábricas su máximo, llegando a ser cerca de mil trescientas. 

Y así hasta nuestros días, donde aún disfrutamos de esos “tizones encendidos” que vieron los primeros españoles que pisaron tierra americana en manos de los indios. Tizones que se han convertido en todo un placer.



martes, 23 de agosto de 2011

DE NUEVO EN FAMILIA

De nuevo un día en familia, esos días que durante el año tanto escasean y que en cuanto puedo trato de buscar a toda costa. Y, al menos para mí, nada hay más gratificante que poder esmerarme en mi pequeño reino, mi cocina, para poder agasajarles con nuevos platos, con la responsabilidad de saber además que ellos son el público más agradecido, pero a su vez la crítica más corrosiva cuando el resultado así lo merece.

Así que, ni corto ni perezoso, me dispuse a preparar unos canelones de marisco.
Un plato, a priori simple, pero que me complicó un poco la existencia a la hora de elegir la salsa, aunque creo que solventé el asunto de un modo cuando menos aceptable.

Para hacerlos empleé los siguientes ingredientes (en casa somos cuatro, número estándar para dar referencias en cocina; así es que todos están referenciados a ese número):

1 paquete de masa para canelones precocida
10 cigalas medianas
12 langostinos
1 paquete de migas de surimi
¼ de cebolla
6 láminas de champiñón
4 puerros
125 ml de nata para cocinar
¼ de litro de caldo de ave

Lo primero que hice fue cocer tanto las cigalas como los langostinos. Una vez cocidas las pelé, troceé y las aparté en un plato.
Un dato interesante es que el caldo de la cocción no lo tiré, y volví a poner en él las cabezas de los langostinos. Lo pasé todo por la batidora, después por el colador y lo guardé en un recipiente para congelarlo. Es un magnífico fumé para futuras experiencias culinarias.


                                                                               
Una vez cocido el marisco se trocean los puerros, la cebolla y los champiñones y con un poco de aceite de oliva los pochamos a fuego lento.

Cuando estuvieron listos los coloqué en un recipiente junto con el caldo de ave y la nata, y lo pasé todo por la batidora. Es importante pasarlo todo muy bien para que el puerro no deje hebras.
                                                                             
Aparté ese recipiente con lo que sería la salsa de los canelones.

Para preparar la pasta bastó con seguir las instrucciones que figuran en la caja. Dejar las láminas en agua caliente durante 20 minutos y ya está.

La operación de rellenar las láminas con el marisco fue la más dificultosa de todo el asunto. Para ello mi consejo es trocear bien el marisco, si los trozos son demasiado grandes será harto difícil completar los canelones sin que se nos deshagan.
                                                     
Antes de ir colocando los canelones en la bandeja es interesante embadurnar el fondo con un poco de aceite para evitar que se nos peguen.

Una vez colocados los canelones los cubrí con la salsa anteriormente citada.

Precalenté el horno a180º y antes de introducir la bandeja espolvoreé un poco de queso Massdam rallado y cebolla seca picada.
Sólo hizo falta tenerlos al horno 15 minutos  y un par más gratinando.

El resultado fue plenamente satisfactorio, un plato sabroso, ligero y muy fácil de preparar. Por cierto, para complementarlo elegí un sabrosísimo lambrusco rosado que encajó a la perfección.
                                                    

Y cómo no, para rematar la faena, que dirían los aficionados a la tauromaquia, un habano que al igual que el plato, es sabroso y ligero, un Romeo y Julieta Short Churchill, en esta ocasión sin maridaje alguno, sólo un vaso de agua, pero eso si, fue, una vez más, todo un placer. 

viernes, 19 de agosto de 2011

DE RONDA A CUBA


Hace tiempo que me rondaba la idea de probar un nuevo maridaje, y hoy se han dado las circunstancias.

Un día inusual de agosto en Málaga, con el cielo ligeramente encapotado, la brisa del mar rebajando la temperatura, y unas vistas relajantes del mar mediterráneo. Y todo ello tras una comida a base del típico y espectacular “pescaito frito” acompañado de una ensalada de pimientos asados.

Tras la comida me he dispuesto a prepararlo todo, el cigarro, un Cohiba Robusto, cigarro de un cepo 50 y una longitud de 124mm, el acompañante elegido, un brandy poco habitual pero toda una joya, me refiero al brandy solera Gran Reserva 1895 elaborado en la malagueña ciudad de Ronda por Destilerías El Tajo, y un vaso de agua fresca.
                                                           

Es este un brandy de color caoba oscuro, limpio y brillante. Es complejo y potente en nariz, y nos trae profundos recuerdos a los vinos de Málaga.

En boca mantiene esa misma potencia, muy untuoso, redondo y nos proporciona un larguísimo posgusto.

El Cohiba Robusto lo podemos calificar ya de un gran clásico del vitolario. Un cigarro de una estampa perfecta, de capa clara, que en frio nos deja aromas con recuerdo a cuero y con un tacto esponjoso.

El corte lo efectue como siempre con un cortapuros de doble hoja, los preferidos para mi, y el encendido con un encendedor Silvermatch torch.

Las bocanadas desde el primer momento son profundas, predominando en el primer tercio el aroma sobre el sabor. Este nos deja notas vegetales y recuerdos a heno, con un punto de madera.

La combinación con el brandy nos deja un leve postgusto amargo, predominando el espirituoso sobre el habano. Ya desde este primer momento comprobamos que ambos tienen marcado carácter.

En el segundo tercio del cigarro se mantienen las notas vegetales con ciertos toques terrosos siendo lo que calificaría de un modo personal, un cigarro de sabores muy “amables”.

En este punto el maridaje se revela a mi entender perfecto, encajando a la perfección las notas de vainilla y pasas del brandy con esas notas vegetales del habano.
                                                                                          
Llegados al tercer tercio la bocanada se hace mucho más amplia y sabrosa. Aumenta la fortaleza y el equilibrio con el brandy es total.
Una combinación cuyo adjetivo más acertado para definirla sería agradable, muy agradable

Todo un gran colofón para una sobremesa de auténtico lujo, como siempre, todo un placer.

domingo, 7 de agosto de 2011

DOMINGO EN FAMILIA. LUJO COTIDIANO

Muchas veces nos empeñamos o empecinamos en buscar la comodidad o el disfrute mas allá de las puertas de nuestro hogar, en un buen restaurante, un atrayente local de tapas… yo he de confesar que soy el primero en hacerlo. Pero también he de reconocer que hay una frase que jamás estuvo más acertada, y es esa que dice : “como en casa de uno…” y en mi caso es así. Soy un enamorado de los momentos en familia, en casa, disfrutando del calor y la comodidad del propio hogar, tal vez con las cosas más simples, en mi terraza, con mi mujer a mi lado, una cerveza, un buen cigarro y tal vez una buena lectura.
Tengo por seguro que esos momentos que cada vez procuro que sean más frecuentes, son el verdadero lujo.
Y así suelo pasar las mañanas de domingo, como hoy, disfrutando de mi familia y del buen clima del lugar en el que tengo el privilegio de vivir.

Pero antes de disfrutar de ese momento, dedique un rato a otra de mis aficiones no menos familiar por cierto, la cocina.

Mi gusto y afición por la gastronomía no se centra solamente en disfrutar degustando diferentes platos o probando restaurantes y locales. Dentro de esta afición también se encuentra el placer de experimentar por mi mismo en la cocina y hacer pequeñas incursiones  entre los fogones.
Y como no los días elegidos para tales menesteres suelen ser los fines de semana. Así que el sábado por la tarde, después de un día de playa, decidí salir a hacer la compra para la comida del domingo. No tenía muy claro que hacer, así que salí con la idea de “iluminarme” según fuera viendo opciones.
Y así fue como en la pescadería encontré un hermoso ejemplar de corvina de casi un kilo y medio de peso, pescado este que no es muy habitual en las pescaderías de la zona. No lo dudé y en ese mismo instante tuve claro que en esta ocasión me aventuraría con una corvina a la marinera.

Me hice con todos los ingredientes necesarios, elegí un vino adecuado al plato según mi modesto parecer y regresé a casa plenamente satisfecho.
Cuando hoy por la mañana preparé todo, se me vino una idea a la mente, y no fue otra que fotografiar el proceso de elaboración de la corvina y tomar nota de los pasos que iba dando para después compartirlo con todos aquellos que tengan la amabilidad de visitar el blog, y ello me ha llevado hasta aquí, así que ahora reseñaré tanto los ingredientes empleados como el proceso de elaboración, quien sabe, tal vez alguno de ustedes se anime… desde luego si es así agradecería cualquier comentario, opinión o sugerencia.

Los ingredientes son los siguientes:

Una corvina de 1,5 kg aprox
3 tomates de pera
Media cebolla
3 dientes de ajo
500 gr de berberechos
250 gr de gambas
6-8 mejillones
Aceite de oliva
Azafrán molido
Pimentón dulce
1 vasito de vino blanco
Medio litro de fumé de pescado
  

Cortamos la corvina en rodajas, y reservamos la cabeza, pues la utilizaremos para hacer el fume.

                                                 
Pelamos los tomates y troceamos los ajos y la cebolla. Ponemos a calentar un poco de aceite en una sartén, añadimos la mitad de la cebolla troceada e incorporamos los tomates igualmente troceados una vez que la cebolla haya empezado a pocharse.
Lo dejamos a fuego lento hasta que veamos que el tomate se ha desecho.

                                                                                    
Mientras tanto pelamos las gambas, pero no tiramos las cabezas. Ponemos en un cacillo algo más de medio litro de agua, las cabezas de las gambas, la cabeza y la cola de la corvina y le añadimos una pastilla de caldo de pescado. Lo ponemos a fuego medio hasta llevarlo a ebullición y lo dejamos hervir unos diez minutos.

En una cazuela grande con la base lo más ancha posible, pues nos facilitará después manejar las rodajas de corvina, calentamos un poco de aceite y doramos en él la cebolla restante y los ajos.
Una vez dorados ambos los sacamos y en un mortero junto con dos cucharadas de pimentón, el azafrán y una pizca de sal hacemos un majado.
 
En la cazuela donde hemos dorado los ajos y la cebolla colocamos las rodajas de pescado y las pasamos un poco por ambos lados, lo justo para que tomen temperatura y color.

Incorporamos el tomate que pochamos al principio, el majado, el medio vaso de vino y el fumé. Dejamos todo a fuego medio hasta que esté a punto de hervir. En ese momento añadimos las gambas, los berberechos y los mejillones.



                                                                             
Rectificamos de sal, tapamos y dejamos cocer a fuego medio unos minutos, hasta que los berberechos y los mejillones se hayan abierto por completo.
                                                           
Retiramos entonces del fuego y dejamos reposar un par de minutos.

Y ya está lista para servir.



En mi caso este fue el resultado, y según mis mayores críticos, es decir, mi familia, fue todo un éxito, y el vino con que la acompañamos, todo un acierto. En esta ocasión fue un Segura Viudas Viña Heredad blanc de blancs 2010. Suave, afrutado y muy aromático.

Pero al menos para mí la comida no terminó ahí, como no la rematé con un magnífico cigarro, tal vez uno de mis robustos preferidos, un Ramón Allones Specially Selected, el cual maridé con un ron no menos especial, un  ron originario de la Guyana, El Dorado 15 años, maridaje lleno de matices y que en breve compartiré con todos a través de este espacio. Como siempre un domingo en familia que fue más que nunca todo un placer.