viernes, 19 de agosto de 2011

DE RONDA A CUBA


Hace tiempo que me rondaba la idea de probar un nuevo maridaje, y hoy se han dado las circunstancias.

Un día inusual de agosto en Málaga, con el cielo ligeramente encapotado, la brisa del mar rebajando la temperatura, y unas vistas relajantes del mar mediterráneo. Y todo ello tras una comida a base del típico y espectacular “pescaito frito” acompañado de una ensalada de pimientos asados.

Tras la comida me he dispuesto a prepararlo todo, el cigarro, un Cohiba Robusto, cigarro de un cepo 50 y una longitud de 124mm, el acompañante elegido, un brandy poco habitual pero toda una joya, me refiero al brandy solera Gran Reserva 1895 elaborado en la malagueña ciudad de Ronda por Destilerías El Tajo, y un vaso de agua fresca.
                                                           

Es este un brandy de color caoba oscuro, limpio y brillante. Es complejo y potente en nariz, y nos trae profundos recuerdos a los vinos de Málaga.

En boca mantiene esa misma potencia, muy untuoso, redondo y nos proporciona un larguísimo posgusto.

El Cohiba Robusto lo podemos calificar ya de un gran clásico del vitolario. Un cigarro de una estampa perfecta, de capa clara, que en frio nos deja aromas con recuerdo a cuero y con un tacto esponjoso.

El corte lo efectue como siempre con un cortapuros de doble hoja, los preferidos para mi, y el encendido con un encendedor Silvermatch torch.

Las bocanadas desde el primer momento son profundas, predominando en el primer tercio el aroma sobre el sabor. Este nos deja notas vegetales y recuerdos a heno, con un punto de madera.

La combinación con el brandy nos deja un leve postgusto amargo, predominando el espirituoso sobre el habano. Ya desde este primer momento comprobamos que ambos tienen marcado carácter.

En el segundo tercio del cigarro se mantienen las notas vegetales con ciertos toques terrosos siendo lo que calificaría de un modo personal, un cigarro de sabores muy “amables”.

En este punto el maridaje se revela a mi entender perfecto, encajando a la perfección las notas de vainilla y pasas del brandy con esas notas vegetales del habano.
                                                                                          
Llegados al tercer tercio la bocanada se hace mucho más amplia y sabrosa. Aumenta la fortaleza y el equilibrio con el brandy es total.
Una combinación cuyo adjetivo más acertado para definirla sería agradable, muy agradable

Todo un gran colofón para una sobremesa de auténtico lujo, como siempre, todo un placer.

No hay comentarios:

Publicar un comentario