domingo, 17 de octubre de 2010

UN RINCON SIN PRETENSIONES

Eso es lo que es exactamente el lugar del que hablaré en las próximas lineas. Se trata de un local, bueno, un chiringuito, situado en Aguadulce, Almería. Tal vez, ante la palabra "chiringuito" alguien sienta ciertos prejuicios, pero el lugar sin dudas merece la pena ser visitado.
Lo primero que cabe destacar es su ubicación, en el paseo marítimo de la localidad, a pie de playa y justo delante de uno de los hoteles ´con más tradición de la misma.

La última vez que tuve la ocasión de disfrutar del magnífico servicio de Tete, que así se llaman el local y su dueño, fue hace dos semanas.
Una comida junto con una familia amiga fue el motivo.
Nos recreamos con un pulpo a la gallega excelente, en su punto justo de cocción, unas almejas a la marinera, unos boqueroncitos fritos que nos quitaron el hipo y como plato estrella... Una especialidad de la tierra, un "Gallopedro" en su punto justo de fritura que hizo las delicias de todos.
Esa fue nuestra elección, pero la carta es de los más extensa, principalmente surtida de pescados y mariscos de la mayor calidad. Sin olvidar por supuesto un magnífico arroz caldoso o el arroz con bogavante.
Hay que señalar que hoy por hoy es el único chiringuito en la zona totalmente dedicado a pescados y mariscos.
Para rematar la comida, y tras un cafe, una copa de whisky McCallan puso el broche a una sobremesa que se prolongó mas allá de las cinco de la tarde. Copa que por supuesto acompañe de un cigarro, en esta ocasión toda una novedad, un Partagás Serie D Especial recien llegado a mi estanco habitual. En las próximas entradas desgranaré los entresijos de ese excelente habano.
No puedo dejar de decir que Tete con su habitual amabilidad nos obsequió con una botella de Juve y Camps, todo un detalle muy de agradecer.
El lugar como digo en mi entrada, es un rincón sin pretensiones, pero que te acoje y te invita a volver, tanto por el ambiente como por la calidad como por el marco. Estando sentado durante la sobremesa, disfrutando de mi cigarro y la copa, al mirar hacia el mar tenía la sensación de estar en un barco. Una sensación que recomiendo y que invito a probar en el "Chiringuito de Tete".

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