Hoy volvemos de nuevo al mundo de
la cocina con una receta tan sencilla como sabrosa. Y por que no decirlo, que a
más de uno sorprenderá.
Son muchas, decenas, tal vez
cientos las formas diferentes que hay para preparar la pasta, y una de las más
comunes es a la carbonara. Pero este modo de preparación, cuando se trata del
tradicional, dista mucho de aquel al que estamos habituados y que es el más
extendido. De hecho ha despertado mi curiosidad el origen de esa desviación de
la receta original.
Generalmente asociamos carbonara
con nata, y nada más lejos de la realidad. La carbonara tradicional es mucho
más simple y más sabrosa.
Para preparar la salsa
necesitamos 4 huevos, 100 gramos de panceta, 80 gramos de queso parmigliano
regiano o pecorino ( en mi caso use el parmigliano ), pimienta negra molida, un
par de dientes de ajo, sal y aceite de oliva.
Como he dicho es una receta muy
sencilla, pero al mismo tiempo podríamos calificarla de exigente, pues no
admite ninguna concesión a la hora de los tiempos.
En primer lugar ponemos en una
cacerola agua a hervir y le añadimos un pequeño chorro de aceite. Mientras el
agua alcanza el punto de ebullición cortamos los dos dientes de ajo y los
pasamos por una sartén con aceite de oliva. El tiempo justo para que se doren y
dejen su aroma.
Troceamos la panceta y la doramos
en el aceite donde hemos hecho lo propio con el ajo. Una opción es añadirle un poco del agua con
la que estamos cociendo la pasta y una
cucharadita de mantequilla un par de minutos antes de que la pasta está al
dente. De este modo conseguiremos mantecar un poco la panceta.
Una vez dorada la panceta y
mientras la pasta alcanza su punto, separamos las yemas de los huevos y las
batimos junto con la pimienta y el queso, reservando un poco de este para
decorar el plato.

Es importante utilizar pasta de
calidad y respetar los tiempos de cocción de esta, evitando que se nos pase.
Una vez la pasta este en su punto
llega el momento más importante de esta elaboración.
Escurrimos la pasta y la
mezclamos inmediatamente con las yemas de los huevos, de tal modo que estas se
cocerán con el calor que emana esta.
Servimos en el plato y le
añadimos la panceta y un poco del queso que habíamos reservado y de pimienta.
Yo le añado un para rematar poco de sal Maldom.
Y ya tenemos
nuestro sencillo pero delicioso plato de pasta a la carbonara. Como dije al
principio una elaboración esta que no tiene nada que ver con la que estamos
acostumbrados pero que les aseguro que será todo un placer.
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