domingo, 16 de marzo de 2014

DE RECETAS. CON SABOR ITALIANO ( II )


Hoy volvemos de nuevo al mundo de la cocina con una receta tan sencilla como sabrosa. Y por que no decirlo, que a más de uno sorprenderá.

Son muchas, decenas, tal vez cientos las formas diferentes que hay para preparar la pasta, y una de las más comunes es a la carbonara. Pero este modo de preparación, cuando se trata del tradicional, dista mucho de aquel al que estamos habituados y que es el más extendido. De hecho ha despertado mi curiosidad el origen de esa desviación de la receta original.

Generalmente asociamos carbonara con nata, y nada más lejos de la realidad. La carbonara tradicional es mucho más simple y más sabrosa.

Para preparar la salsa necesitamos 4 huevos, 100 gramos de panceta, 80 gramos de queso parmigliano regiano o pecorino ( en mi caso use el parmigliano ), pimienta negra molida, un par de dientes de ajo, sal y aceite de oliva.

Como he dicho es una receta muy sencilla, pero al mismo tiempo podríamos calificarla de exigente, pues no admite ninguna concesión a la hora de los tiempos.

En primer lugar ponemos en una cacerola agua a hervir y le añadimos un pequeño chorro de aceite. Mientras el agua alcanza el punto de ebullición cortamos los dos dientes de ajo y los pasamos por una sartén con aceite de oliva. El tiempo justo para que se doren y dejen su aroma.

Troceamos la panceta y la doramos en el aceite donde hemos hecho lo propio con el ajo.  Una opción es añadirle un poco del agua con la que estamos cociendo  la pasta y una cucharadita de mantequilla un par de minutos antes de que la pasta está al dente. De este modo conseguiremos mantecar un poco la panceta.

Una vez dorada la panceta y mientras la pasta alcanza su punto, separamos las yemas de los huevos y las batimos junto con la pimienta y el queso, reservando un poco de este para decorar el plato.
                                                                            
Es importante utilizar pasta de calidad y respetar los tiempos de cocción de esta, evitando que se nos pase.

Una vez la pasta este en su punto llega el momento más importante de esta elaboración.

Escurrimos la pasta y la mezclamos inmediatamente con las yemas de los huevos, de tal modo que estas se cocerán con el calor que emana esta.

Servimos en el plato y le añadimos la panceta y un poco del queso que habíamos reservado y de pimienta. Yo le añado un para rematar poco de sal Maldom.
                                                        
 Y ya tenemos nuestro sencillo pero delicioso plato de pasta a la carbonara. Como dije al principio una elaboración esta que no tiene nada que ver con la que estamos acostumbrados pero que les aseguro que será todo un placer.
 

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